jueves, 26 de febrero de 2009

“ME VOY DE BHUTAN”

¿Qué pasaría si un día les llega a mis nobles y queridos amigos un mail firmado por mi, con una explicación acerca de mi salida del Reino de Bhutan?, primariamente se cagarían de la risa un rato, después podrían pensar que el primer café de la mañana me contaminó mi único par de neuronas, o bien pensarían que cambié mis inagotables Parisiennes por quemar otro vicio.
Pero todos después de ese rato de diversión sacarán como conclusión que jamás me puedo ir de un lugar al cual nunca pertenecí, ni pertenezco; más allá que la propaganda de la tarjeta americana nos diga que pertenecer tiene sus privilegios.
Políticamente quien puede creer que alguna vez senadores como Reutemann y Romero pertenecieron al Frente para la Victoria, si ambos fueron y son claros representantes de la política de los 90 encabezada por el pseudosultán de Anillaco, ¿o somos tan ingenuos de olvidarnos que en el 2003 Romero era el candidato a vice que arrugó en la segunda vuelta, y que el otrora subcampeón de la fórmula 1 llegó a la política colgado de las patillas riojanas?; parece ser que la dueña del tabloide matutino que más ejemplares vende a diario es una de las que se lo quiere olvidar, o su edad ya la obliga a ello.
Pensar que quien escribe lo vio en persona correr en el autódromo de Buenos Aires al santafecino, ese que ni siquiera ganando un gran premio podía sacar 2 palabras de su boca, y ahora, repite a ultranzas un libreto muy bien estudiado, como si fuera un profesor de Oratoria, pero se destapó al expresar su propio “me voy de Bhutan”, bien preparado por quienes lo bancan y lo ponen como caballito de batalla de una oposición gubernamental totalmente desmembrada.
No nos olvidemos que nadie se va de donde no está, pese a que haya llegado imaginariamente allí colgado de algún apellido que le arrime los votos necesarios, y en la política argentina del siglo 21, para muestra basta un “botón” como Cobos.-

martes, 24 de febrero de 2009

EXTRA! EXTRA! SALIO EL “THE PRAVDA STREET JOURNAL”

El 24 de febrero del 2009 marca un hito dentro del periodismo mundial, el más que conocido mundialmente “The Wall Street Journal”, icono de la economía ultraliberal, expresaba en su primera plana, su beneplácito que el gobierno demócrata de Obama, en pos de ese supuesto salvataje, proceda a estatizar a todos los corruptos bancos yankis; realmente, cuando las rotativas del diario se dieron cuenta lo que estaban imprimiendo en su primera plana, estuvieron a punto de detenerse, pensando en el error del editor.
¿El WSJ hablando de estatizar?, pero ¿no era ese término poco más que oprobioso para el mundo económico?, ¿ahora se dan cuenta que el Estado existe?, ¿o será que piensan llamarse en el futuro el “The Pravda Street Journal”? en un claro homenaje al diario estatal de la vieja URSS.
En estos momentos del mundo donde “El Capital” de Kart Marx vuelve a ser uno de los libros más vendidos sobre la tierra, pese a haber sido escrito hace casi un siglo y medio, me encantaría verle la sonrisa al viejo Marx (no alguno de los hermanos hollywoodenses) dentro de su cajón, al enterarse que su libro, denigrado por años, sociedades y generaciones, hoy se convierte en un “best seller”.
Por un momento se me ocurrió que el resabio de lo que en un momento fue la UCeDé, cambie su bandera con la “L” de los dedos pulgar e índice, por la hoz y el martillo, y se llamen entre sí camaradas.
Cerrá por un momento los ojos, ¿te acordás de Álvaro Alsogaray?, ¿quien puede olvidarlo?; imaginate que el anciano sale de su cajón oval, abre la puerta de su bóveda recoletera, y sale a caminar en búsqueda de las novedades económicas, soñando que su amigo riojano se habría convertido en emperador rioplatense e instaurado la democracia ultraliberal en la región (acordate que quedamos a un paso de ello), al ver que sus ideales económicos que quiso imponernos por años, y en especial las políticas implementadas en sus amados Estados Unidos de Norteamérica, han sido tirados a lo más profundo de la más sucia letrina, seguramente se habría curado de sus tics faciales y vuelto a paso raudo, “carrera march”, a su catre, cerrando el cajón por dentro, y jurándose no asomar nunca más un pelo en esta sociedad.-